En nuestra segunda visita a la casa de Loyola, queríamos acercarnos un poco más a ellos y conocerlos mejor. Decidimos realizar algunas actividades con papel, como dibujas y hacer figuras, como barcos y aviones, con el fin de que la conversación fluyera. No nos tomo mucho el lograr que ellos se expresaran libremente con nosotros y nos empezaran a mostrar como se comportaban cotidianamente, aunque nuestro mayor avance se vio con los dos menores, también pudimos conversar con Melissa, la cual nos permitió conocerla un poco mejor, a diferencia de nuestra primera vista, pues había sido muy reservada con nosotros.
Lastimosamente con el hijo mayor (Diego) no pudimos hablar y sigue siendo el que menos se involucra en el proyecto, evitándonos la mayor parte del tiempo.
Jose al final de la visita.
En conclusión, fue bastante productiva y gratificante la segunda visita, nos dió algunos puntos de vista que no conocíamos y sentimos que de ahora en adelante interactuar con ellos va a ser más natural, ya que logramos crear una buena empatía con la mayoría de la familia.
Un dato importante que cambio en esta visita, es que Jenny, la sobrina de Loyola, consiguió un empleo. No es en lo que se quiere desempeñar ella, puesto que el empleo que adquirió es como ayudante en una peluquería. Pero ahora parece que van a llegar más ingresos a la casa y esto puede ser un factor determinante en las relaciones entre todos los miembros y más aún entre los niños y Jenny.
Dibujos de Jose:
Habitación
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